Sostener: Un poema, un viaje y una visión

Sostener

por Lakshmi

 

Tara estaba en medio y entre
lo significativo y lo insignificante.

Intentaba sostener
las aparentes paradojas ilimitadas de los extremos
que parecían figuras en su mente.

Sentía que era demasiado para ella.
Sabía que las placas tectónicas se estaban moviendo
debajo de sus piedras fundacionales.

Era el momento de Pertenecer a lo eterno.
Sin embargo, su mente se movía entre
la claridad y las nubes.

Intuía que el Misterio estaba invitándola,
no dirigiéndola,
para ir más profundo.

Sí, más profundo hacia las verdades eternas.

Esta vez, no sólo a través de la evanescencia cósmica,
sino en el cuerpo manifestado de la vida sagrada,
en este planeta fantasmagórico.

Mientras caminaba sobre el desierto salvaje,
en una playa creada por el viento,
se movían dentro de ella todos estos pensamientos.

Como si fueran las olas que se estrellaban,
mansiones blancas espumosas, oscuras, turquesas,
refluyendo y fluyendo
desde su fuente hasta la orilla.

Se sentó y sintió el estallido de las lágrimas.
Sola allí en esta conversación, gritó.
Un rugido de tigre ancestral
y luego… paz.

Después, aliento.

Una calma lenta,
las luces brillantes de la mente se desvanecieron
y la atención de Tara se dirigió hacia el testigo interior.

Fue llevada a otra visión de su realidad.
Recordó los movimientos que debía observar y lo hizo.
Fue allí donde invocó la disolución de su persona
y la frescura del vacío.

Se movió de lo personal a lo impersonal.
Probó la libertad por breves instantes.
Luego sobrevino una liberación.

Desde estas profundidades, volvió a verse a sí misma,
besar la emoción, los pensamientos
y la diatriba de los ríos en su mente.

Encontró la manera de amar su ansiedad,
para encontrar ese último significado especial.
Ese precioso momento
se deslizó y desvaneció en un humilde grano de arena,
que descansaba en la palma de su mano.

“Qué ruido hacemos los humanos”, pensó.
“Si pudiéramos encontrar un poco más esta perspectiva,
reconocer nuestra pequeña nota sagrada y
permitir que el color silencioso se expresara naturalmente,
quizás estaríamos mejor”, concluyó.
Sus cavilaciones continuaron…

 

Foto: Wade Lambert (Unsplash).

2022-01-18T09:34:54+00:00 18/01/2022|