Retiro: Un tiempo para el viaje interior (Lakshmi)

Por: Lakshmi
Por tres años, Ishwara, mi compañero, y yo vivimos en la selva tropical colombiana. Decidimos crear un centro de retiros que llamamos Casa Ananda, en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Era un lugar mágico; la vegetación era exuberante, y la diversidad nos sorprendía constantemente. Nuestro hogar estaba a orillas de un arroyo, y al frente, árboles centenarios servían de corredor biológico para monos aulladores, tucanes y aves exóticas. La naturaleza se percibía al mismo tiempo pacífica y poderosa. En este escenario, recibimos personas, parejas y grupos, desde una noche hasta un mes, para acompañarlos en un viaje hacia su interior.

Un tiempo de retiro espiritual es un experiencia donde intensificamos y elevamos nuestra atención, para centrarla en nuestra vida interior. El propósito de esta pausa es crear intimidad con nosotros mismos. En el budismo Zen, la palabra sesshin es empleada para definir tanto un tipo de meditación como un retiro con varias “sentadas”. Su significado literal es “tocar el corazón-mente”. Es una invitación a crear tiempo para volver a nuestra esencia, en un acto de amor propio.

A veces sentimos la necesidad de tomar un respiro de la actividad y regresar al centro. Un retiro es a la vez receso y creación de un ambiente propicio. Con la preparación adecuada podemos llevarlo a cabo en nuestro hogar, pero si tenemos la posibilidad de un viaje a la naturaleza esto puede profundizar la experiencia. Lo importante en cualquier caso es hacer que el espacio se convierta en un santuario y el tiempo se expanda para la renovación.

Esta será la plataforma para experimentar paz, visión a largo plazo y plenitud.

En relación con la duración, medío día o un día de retiro nos permitirá darnos cuenta de cómo los ritmos disminuyen y seremos conscientes de la importancia del autocuidado. A medida que avancemos, quizá sentiremos la curiosidad de tomar varios días o una semana, y podremos profundizar en prácticas espirituales. Sentiremos calma, percibiremos las sutiles ondulaciones en el lago de nuestra consciencia y daremos a luz reflexiones sobre nuestras vidas. Entonces será posible que este viaje nos lleve a profundizar más tiempo. Esta será la plataforma para experimentar paz, visión a largo plazo y plenitud. En cada uno de los casos, volveremos a la vida revitalizados, con una mayor capacidad para dar y servir. Cuanto más tiempo dediquemos a nuestro retiro, mayor será el beneficio.

Con respecto a la preparación, sea que nos retiremos en nuestro hogar o en la naturaleza, debemos organizar factores externos: preparar nuestra casa, almacenar alimentos y organizar nuestra agenda. Además podemos comunicar con bondad a nuestros seres queridos que tomaremos un tiempo de retiro. Esta anticipación nos permitirá liberar nuestras mentes para concentrarnos en el proceso. Es importante que nos demos el permiso para desconectarnos y desapegarnos de nuestras obligaciones y actividades habituales. Una vez organizamos los factores externos es importante asegurarnos de que nuestras intenciones estén dirigidas a profundizar un estado meditativo de Ser.

A continuación, comparto tres momentos esenciales del retiro, para que esta experiencia nos guíe hacia una intimidad sagrada: la preservación, la transformación y la creación.

Preservación

El primer momento que sugiero en cualquier retiro busca la preservación, mediante la meditación y la lentitud. Cuando sentimos sosiego, podemos recuperarnos del ruido y la fatiga que hemos acumulado en nuestra vida. Por esta razón, comenzaremos nuestro día con una meditación, para aquietar nuestros ritmos internos. Uno de los objetivos de esta primera práctica será estar atentos a nuestros pensamientos y emociones.

Después de este momento de quietud, podemos crear un tiempo para movimientos suaves de yoga, tai chi u otra actividad física, que nos relajen y calmen nuestro cuerpo. Una actitud fundamental de la preservación es dar la bienvenida al Estar. Esto podría significar, por ejemplo, mirar el cielo a través de la ventana, escuchar música serena con los ojos cerrados o reflexionar sobre un texto breve que nos inspire. En este estado buscaremos incorporar la lentitud en nuestros movimientos: por ejemplo, caminar, preparar los alimentos o mover las manos. Aspiraremos a unificar nuestra mentes con las acciones; así estaremos practicando la meditación en acción.

Transformación

El segundo momento será la transformación, con sus llaves de vaciar y dejar ir. En un retiro integral podemos incorporar la acción, pero manteniendo nuestro estado meditativo. Usaremos respiraciones conscientes, danzas suaves o caminatas contemplativas, para que a través del movimiento dejemos ir y suavicemos las fibras de nuestro ser. El objetivo de esta liberación será vaciarnos y abrirnos a la experiencia del eterno presente.

Del movimiento pasaremos nuevamente a la meditación, donde profundizaremos el estado de vacío. Poco a poco, identificaremos una sentimiento, pensamiento o circunstancia que nos gustaría transformar. Invitaremos la paz sobre ese aspecto, neutralizando las emociones y observando desde la distancia, con una mirada más impersonal. Desde este lugar de la consciencia, tomaremos la decisión de dar pequeños pasos para trascender esta circunstancia actual.

En nuestra vida estamos llenos con lo rutinario y es difícil crear lo extraordinario.

Creación

El tercer momento del retiro será la creación, donde emplearemos la visión y la gratitud. Luego del descanso, la meditación, el dejar ir y la decisión de transformar un aspecto, podemos darle paso a una exploración interna para crear una visión. Podemos escribir, verbalizar o imaginar qué nos gustaría crear en nuestra vida. Esta puede ser la oportunidad para aclarar intenciones, decisiones y sentido. En nuestra vida estamos llenos con lo rutinario y es difícil crear lo extraordinario. El retiro y la cita con el Estar permiten el fluir de los ríos creativos hacia la superficie.

Para concluir este valioso regalo que nos hemos hecho, haremos una meditación final. Elevaremos nuestra mente y corazón para agradecer nuestra decisión de tomarnos este tiempo, los momentos de quietud y la claridad. Seremos consciente de nuestra satisfacción para volver a la vida activa, con la determinación de invitar un poco más de consciencia.

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Un retiro es un viaje, un camino para explorar nuestros procesos internos, nutrirnos y autotrascendernos. Los momentos de preservación, transformación y creación forman parte de un ciclo que se manifiesta en distintos escenarios de la vida. Vivir estas etapas en los espacios de recogimiento nos hará más y más receptivos, atentos y flexibles para actuar con mayor sabiduría. Sólo al experimentar la riqueza de un retiro entenderemos por qué diversas tradiciones lo han considerado primordial y por qué hoy es una herramienta imprescindible.

Fotografía: Vishnu (Bill Hulse), EE.UU.
2019-06-24T10:55:09+00:00 24/06/2019|