El Despertar al Deleite (Lakshmi)

Cuando vivía en la India con mi Maestro, veía a los Yogis con sus malas (collares de oración) repitiendo los mantras. Al comienzo no entendía cuál era la razón de esta acción y entonces pregunté a mi maestro Deva. Me explicó que mediante esta acción se unificaba la mente, se establecía una conexión con el mundo interior y eventualmente se despertaba a una realidad esencial.

Todos en algún momento de nuestra vida hemos tenido momentos de Despertar. Instantes de claridad y libertad que nos impulsaron a dejar cosas atrás, invitar nuevos movimientos, transformar y evolucionar. Pero ¿qué entendemos por “Despertar”? En su profundidad es la apertura a la Realidad. El Despertar es la vía para acceder al Eterno Presente, en un estado de Calma, Consciencia y Deleite. El Despertar no es un contenido de la mente es una experiencia del Ser.

Esta experiencia es una posibilidad para todos nosotros, pues está en potencia en nuestro interior, como el árbol está contenido en la semilla. Es adentro donde debemos llevar a cabo el proceso, como si se tratara del florecimiento del capullo, que comienza abrirse y pétalo a pétalo, va resplandeciendo, hasta que en su apertura revela la belleza y magnificencia.

¿Qué necesitamos para iniciar el proceso, dejar los estados de ensoñación, liberarnos y ver con claridad? A veces despertamos y permanecemos por un tiempo en este estado, pero tenemos la tendencia de olvidar. Así nos movemos en un péndulo entre medio-despiertos y medio-dormidos, pero es común que volvamos a dormir de nuevo. Ananda Devi, filósofa francesa y maestra de mi guía por treinta y cuatro años, afirma en su libro La mente iluminada: “Debemos tener la presciencia [visión de las cosas futuras] para salir de nuestro estado de pensamiento, para concebir que la Realidad es infinitamente más maravillosa y vivificante que el sueño”. De este llamado surge la invitación para activar un fuego en nosotros, una voluntad luminosa, que nos permita transitar por tres secretos del Despertar: la Visión, el Abrazo y la Fusión.

Una vez hemos comprendido e interiorizado los tres secretos del Despertar, regresaremos con paciencia al centro del Ser. Somos al mismo tiempo esculturas y escultores de nosotros mismos.

Con la Visión (Drsti, en sánscrito) podemos hacer primero una evaluación y definir qué queremos invitar en nuestro Ser y qué partes dormidas necesitan entrar en vigilia. Por ejemplo, queremos invocar la Paz. La Visión nos inspirará a discernir cómo está nuestra mente, corazón, cuerpo y vida: “¿Qué parte de mí está agitada?, ¿cómo puedo calmarla? y ¿cómo me sentiré cuando la paz llegue a esa parte de mí?” También con la Visión podemos ver que la paz esta en frente de nosotros.

Con una Visión clara, el segundo paso es el Abrazo. En nuestra reflexión silenciosa, estado meditativo o contemplación invocamos la visión que hemos creado y la abrazamos. Sentimos que  esta nueva esencia está entrando en nuestro Ser.  Cuando abrazamos La Paz nos abrimos a la posibilidad de que comience a nacer y crecer adentro de nosotros. En este proceso nos entregamos completamente al abrazo como si fuera una persona amada. Abrazamos La Paz con la mente, el corazón, el cuerpo y la vida. También buscamos abrazar La Paz con el subconsciente, donde usualmente se encuentran la raíces de la resistencia para el cambio.

El último paso es la Fusión. Consiste en la identificación con la aspiración, la unión con La Paz. Para ello, comenzaremos repitiendo la oración “Soy la Paz”, como si se tratara de un mantra. Después de fusionarnos con La Paz, despertaremos a nuestra naturaleza pacífica, un estado que permanece con nosotros independiente de las circunstancias. Es cierto que habrá momentos donde la visión, en nuestro caso La Paz, se verá afectada por movimientos de la mente, el corazón, el cuerpo o la vida, pero una vez hemos comprendido e interiorizado los tres secretos del Despertar, regresaremos con paciencia al centro del Ser. Somos al mismo tiempo esculturas y escultores de nosotros mismos, y con cada esfuerzo cincelamos lo innecesario de la forma y nos perfeccionamos. Con la Fusión comenzamos un verdadero Despertar, pues establecemos una intensa y duradera relación con nuestro ser interior.

El Despertar es la transmutación de los elementos más pesados en nosotros por elementos más livianos y elevados. También el Despertar es un llamado profundo, desde un lugar que anhela la plenitud y un deleite profundo. Cuando estamos en un constante Despertar sentimos cada día como un renacer y somos testigos de lo especial de cada momento de la existencia.

Amigos, los invito a vivir su Despertar y Celebrar la Vida.

Fotografía: Vishnu (Bill Hulse), EE.UU.
2019-06-24T11:02:56+00:00 10/05/2018|